La complejidad de los ordenamientos jurídicos en la definición de la noción de trabajador es, sobre todo en la última década, uno de los focos de investigación de la doctrina. La definición legal del concepto de trabajador -ligada con un status homogéneo de derechos sociales- ha pasado a la historia, en parte debido a la necesidad de dar respuesta a las nuevas realidades en el mundo del trabajo, pero también esa complejidad es el resultado de la presión ejercida por la flexibilidad como principio del sistema de relaciones laborales. Así pues, nos encontramos que, junto con las formas clásicas de definición del concepto de trabajador -a través de los elementos de voluntariedad, dependencia, ajeneidad y remuneración en torno al contrato de trabajo- emergen nuevas formas y contenidos regulativos, siendo la diversidad en derechos sociales una de las características actuales del Derecho laboral. A nivel de fuentes, esta diversificación de derechos sociales se organiza a través de sistemas que, bien manteniendo una cierta unidad en el Estatuto general de los trabajadores ordenan la diversidad alrededor de un solo eje normativo, o, por contraste, a través del reflejo de la heterogenidad en el propio modelo de fuentes con estatutos diversificados por grupos. Por último, los sistemas juridico laborales presentan, en ocasiones, un sistema combinado que utiliza las dos técnicas.

El objeto de esta investigación parte de la definición legal de trabajador en derecho español desde una perspectiva comparada con países que ofrecen un abanico de modelos que contrastan con España. Los países que sirven para estudiar comparativamente el ordenamiento laboral español en este aspecto han sido elegidos por combinación entre países que han llevado a cabo importantes cambios recientemente en la noción legal de trabajador -y que presentan una referencia clave en el debate sobre sujetos protegidos y derechos laborales, en concreto Gran Bretaña e Italia-, con países democráticos industrializados de modelo jurídico-laboral muy divergente de los modelos de la Unión Europea -Estados Unidos - y, por último, con sistemas modernos de ordenación de las relaciones laborales que presentan mercados de trabajo con una composición heterogénea -como los diseñado en Canadá, Sudáfrica e Israel-. Así, entre los casos de contraste con el nuestro, están el modelo británico, con las nociones de worker y employee, el estadounidense -que acaba de reformar las normas laborales en cuanto a la noción de trabajador para excluir del derecho de libertad sindicalalgunos grupos antes incluidos y el italiano, entre otros, que fue el punto de partida de la noción de la para-subordinación. Desde el punto de vista de las fuentes de ordenación y de sus contenidos, el ordenamiento laboral español está avanzando a un sistema normativo que, por un lado, recoge la diferencia en el Estatuto de los Trabajadores -relaciones laborales de caracter especial- pero, por otro, ha diversificado las fuentes de ordenación a través de los Estatutos propios, como son el Estatuto del Trabajador Autónomo o el del Empleado Público, siendo en este sentido un modelo que combina ambas técnicas. Es un ámbito sujetivo el del Derecho del trabajo español que actúa como un laboratorio de estudio de cuestiones de envergadura hoy para el ordenamiento laboral como son a quién se protege y cómo.

Entre los resultados de este proyecto se pueden destacar las publicaciones siguientes:

LÓPEZ LÓPEZ, J. (dir.), Segmentation and labor rights. Monographic issue of the Comparative Labor Law and Policy Journal, 2014, en prensa, con artículos de Julia López, Mark Freedland, Katherine Stone, Bruno Caruso, Consuelo Chacartegui, Brian Langille y Guy Davidov.

Primera reunión de trabajo